| Mi primer fic publicado aqui, esperaré la lluvia de tomates ^^u
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Goodnight, My Love
Shaka x Aioria
Las lacias hebras doradas volaban al viento mientras recogía las piernas, abrazándose las rodillas. La cornisa de la catedral, plagada de gárgolas de aspecto ominoso estaba silenciosa, aullando entre sus columnas de cuando en cuando el viento.
Pensó cuan cierta era aquella vieja frase, la hora mas oscura es siempre antes del amanecer… estaba lóbrego como boca de lobo y faltaban apenas escasos cuarenta minutos para que el astro rey comenzara a asomarse.
Apoyó la mandíbula sobre sus rodillas, dando un aire melancólico enfundado en aquellas negras y elegantes ropas. Quizá lo estaba. Era una noche muy distinta a las demás.
Sus manos se habían quedado frías y sus labios cálidos; pudo notarlo cuando, con las yemas de los dedos índice y medio, se los tocó. Sonrió y comenzó a tararear una canción familiar mientras recordaba la noche anterior, aguardando pacientemente la llegada del nuevo día.
- Buenas noches – sus cavilaciones fueron interrumpidas por la voz ronca y seductora de su castaño amante, que se sentó junto a él observando las luces ya pálidas que iluminaban la ciudad, rebosantes los ojos verdes de un brillo casi fantasmal de tan suave que era.
Goodnight, My Love
Se volvió con gracia, sonriéndole con aquel brillo blanco entre sus labios, reconfortándose en su abrazo mientras cerraba los ojos y se apoyaba en su hombro, maravillado de como la vista que hasta hace unos minutos lo ponía taciturno ahora aparecía ante sus ojos como una ciudad vibrante y preciosa.
- Estaba creyendo que no vendrías – respondió al cabo de unos momentos con una suave risa.- Ya casi será de día.
The tired old moon is descending
- Fue un día difícil – respondió la voz grave de su amado encogiéndose ligeramente de hombros para rodearlo con ambos brazos. No pudo evitar estremecerse al roce del suéter blanco de lana, cruzado con una gruesa línea roja por el medio. Roja, como la sangre. Era el momento de despedirse.
Goodnight my love,
Sintió como se tensaba cuando con delicadeza se libró de su abrazo para incorporarse, extendiéndole la mano después. Sus ojos azules que acostumbraba ocultar, lo miraban con renovada curiosidad, grabando mentalmente sin que él lo supiera aquella imagen de fresca inocencia, de miedo y convicción que se asomaba a sus ojos. Mañana, le había dicho el día anterior, será el último día. Y ese día había llegado. Una parte de él se resistía a abandonarlo.
My moment with you now is ending…
Su mano bronceada y masculina se aferró con nerviosismo a sus finos y pálidos falanges, incorporándose para abrazarlo con una inusitada fuerza, dejándole saber con aquel gesto que estaba preparado para el adiós, resignado tal vez. Aspiró hondo para inundar sus pulmones de aquel aroma varonil que el viento, generoso, se encargó de regar por la cornisa, dejándole un detalle más que atesorar de aquella despedida.
It was so heavenly holding you close to me,
Sus pensamientos sombríos fueron interrumpidos por la voz ahora suave del castaño, que tomó su rostro con ambas manos, obligándole a mirarlo. Será una despedida corta. Fue todo lo que dijo, dejándole saber con esas simples palabras lo enérgico de su determinación. Con un gesto rápido se puso de puntillas, echándole los brazos al cuello, su cabello rubio volando con la brisa de la madrugada mientras unían sus labios por última vez en una apasionada efusión de un sentimiento que le había negado su venia desde hacía demasiados años. Su beso le dio fuerzas para contemplar el naciente día con renovada certeza de que aquella era la decisión correcta, con la seguridad de que su amado de los ojos verdes lo acompañaría en el sueño a cada momento de ahora en adelante, convirtiendo aquella en la mas sublime las despedidas.
It will be heavenly to hold you again in a dream…
Sus labios pasearon por su barbilla, por su oreja, por su mejilla, antes de descender a su cuello probándole con instintiva y natural sensualidad. En el rostro de su alto amor se dibujó una sonrisa, que cedió poco a poco, convirtiéndose en una mueca de dolor, palpitando con rapidez desproporcionada su corazón y palideciéndole el rostro hasta adquirir sus labios un tinte mortecino, todo ello debido al efecto de los suaves filos que, pegados a su cuello libaban de él hasta la última gota del vino sagrado que le daba vida.
- Sh… Sha… - intentó hablar, pero una tarea como esa era ya imposible, así que le sostuvo con delicadeza mientras el cuerpo se le iba quedando sin fuerzas, levantando la vista hacia las indiscretas estrellas testigos del macabro abrazo. Se permitió degustar el metálico sabor entre los labios, para después, acariciando su mejilla con el dedo índice, muriendo la caricia en sus labios ahora todos desprovistos de color, acercarle de su cuerpo aquello que le había robado.
Su rostro siguió pálido pero sus ojos se abrieron al cabo de unos minutos, enfocando erráticamente al principio, revelándose inyectados de sangre cuando lentamente llevó su propia mano a los labios, distinguiendo el filo brillante que sobresalía delicadamente bajo el superior, con el cual inclusive cortó superficialmente la carne de su dedo.
Con los ojos fijos en las verdosas pupilas, succionó casi eróticamente la herida, echando el otro la cabeza hacia atrás. Las estrellas… susurró apenas audiblemente. Mañana las veremos juntos. Alcanzó su mano entrelazando los dedos del rubio.
The stars above have promised to meet us tomorrow,
Le sonrió con un dejo de ternura que asomaba a sus labios finos, para luego volver la vista hacia el horizonte apretándolo contra su cuerpo. Recién le había despertado a la inmortalidad y tenía que dejarlo. Que grosera eventualidad que se hubieran visto tan tarde! Sin embargo sus primeras palabras en la nueva vida eran mejores que la más exquisita melodía. Las estrellas… Mañana las veremos juntos.
Till then, my love,
Le tomó de la barbilla, repasando con el pulgar su carnoso labio inferior antes de robarle el aliento con la demandante caricia de los suyos. Para cuando se separaron, un impertinente rayo del sol comenzaba a colarse por entre las nubes oscuras. Sus azules iris fijas en el rostro de su gallardo amante. Está saliendo el sol, le informó con pesar. Es hora de despedirnos.
how dreary the new day will seem…
Se separó de él, dándole la espalda, reacio a dejarle ver lo mucho que le acongojaba tener que dejarle, no era muy dado a mostrar sus sentimientos, mas la separación duró apenas unos segundos pues el castaño se pegó a su espalda, susurrando contra su oído… Te am… la frase murió en sus labios cuando el rubio se dio la vuelta, colocando los dedos para evitar que continuara hablando. Ven… le llamó jalándole suavemente de la mano corriendo hacia el interior de la catedral. Es hora de irnos.
So for the present dear, we’ll have to part
La oscuridad les envolvió al refugio de las paredes húmedas y cuarteadas donde los aposentos del blondo se encontraban en los que, como si se tratara de un niño pequeño recostó a su amor. Duerme… siseó pasando la mano sobre su rostro varonil.
Sleep tight my love,
Buenas noches, mi amor, respondió el otro cediendo al letargo que se había apoderado de él.
Goodnight my love…
Acarició su cabeza con una sonrisa tierna pintada en los labios, observando como se iba entregando al sueño. No tienes que decirme que me amas, respondió. Sus cabellos dorados cayeron sobre la mejilla del otro cuando se inclinó para besarle una vez que estuvo dormido. Pero yo sí, le susurró pasando las yemas de los dedos por sus labios, llevándolas a los propios después. Buenas noches, mi amor.
Remember that you’re my sweetheart.
FIN
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